Hoy es primero de Abril del año 2014 y han pasado un poco más de tres meses desde que decidí escribir al menos trescientas palabras al día durante 2014. Hasta el 28 de Marzo había escrito sin haber faltado un sólo día pero el 29, 30 y 31 no lo hice. Esto por algunas razones válidas pero también porque necesitaba despejar un poco la mente y reflexionar sobre el rumbo de los siguientes tres meses.

Hasta ahora mi estrategia para escribir estas 300 palabras ha sido tomar una palabra o idea más o menos aleatoriamente y desarrollarla hasta llegar o pasar 300 palabras, en general sin buscar conectar conceptos de un día a otro. Esto ha resultado en cerca de 30,000 palabras escritas y que han resultado de programar la especie de robot humano que somos cuando ejecutamos una actividad un día tras otro de manera digamos automática. Es mi manera de decir que he estado instalando este hábito en mi vida y hasta ahora puedo decir que con éxito pues 3 días de no escribir contra 90 de hacerlo, no son muy significativos, sin embargo también son indicativos que el robot se fue de vacaciones esos días y podría ser que no quiera regresar.

Pretextos para no seguir con este ejercicio abundan y es precisamente esos momentos que llamo necesarios para descansar y reflexionar, los que pueden sabotear al robot.

Por ello aquí estoy de nuevo renovando las baterías del robot y al mismo tiempo cambiando la estrategia, al menos para los próximos tres meses, que será buscar que lo que escriba cada día, esté de alguna forma conectado a una idea central. Así al final de algunas semanas quizá tenga un ensayo sobre algo interesante, una opinión sobre un problema apremiante o el principio de una idea que pudiera valer la pena desarrollar con mayor profundidad. Así que el robot sigue con energía y listo para los siguientes tres meses que se nota serán movidos.