Piensa que cierras los ojos y que creas en tu mente la imagen de un animal que no existe en la tierra. Por ejemplo un pato del tamaño de un caballo, al que te puedes subir para que te lleve volando cerca de las costas del pacífico mexicano.

¿Puedes hacerlo? ¿Puedes cerrar los ojos e imaginar lo que acabó de describir?

Te apuesto que sí. Hazlo y compruébalo. Cierra,los ojos e imagina que ves al pato gigante flotando en el Océano Pacífico, cerca de la orilla, esperando a que llegues a él, pues anteriormente lo has entrenado, te conoce y sabe que quieres salir a volar. Nadas hacia él y un momento antes de llegar a donde está, se sumerge para que te cueste menos trabajo subirte a su lomo. Ya estás arriba de él, sentado sobre la silla de montar que también habías colocado previamente sobre el pato gigante. Tomás el arnés y dices, a volar. El pato sale volando y tu imaginación te lleva a donde quieras pues has atravesado el portal que separa a la realidad del mundo que puedes crear en tu mente cada vez que cierras los ojos.

Imaginar es una habilidad que tenemos todos los seres humanos y que es muy poderosa por que con ella no sólo podemos crear animales fabulosos y volar sobre ellos si no también podemos intentar crear en el mundo real, en el mundo que compartimos con otros seres humanos, casi cualquier cosa que imaginemos. Si lo que imaginamos es algo demasiado complicado por supuesto puede llevar tiempo que se realice, quizá toda una vida, quizá la vida de miles de seres humanos durante decenas de generaciones, pero lo que imaginas hoy, por más fantástico que parezca, un día puede hacerse realidad, pues no conocemos la mayoría de lo que es posible crear en el Universo. Sabemos lo que no es posible hoy, aquí, en este momento, y aún así es muy probable que estemos equivocados.