Maleza mental
De manera similar a un jardín sin mantenimiento a nuestra mente también le crece maleza. Maleza que proviene de las semillas que vienen del exterior y otras que se crean en nuestro interior.
Las semillas de maleza que vienen del exterior las recibimos cada día en grandes cantidades vía información proveniente de la televisión, periódicos, revistas, Twitter, Instagram, Facebook, sitios de internet, mensajes de texto, correos electrónicos, anuncios de radio, anuncios espectaculares en la calle, chismes que nos comunican en la oficina, etcétera. No toda la información que recibimos por los medios anteriores contiene semillas de maleza pero si mucha de ella, y caerá en tierra fértil si la dejamos pasar sin filtrarla o cuestionarla.
Por otra parte están las semillas de maleza que se crean en nuestro interior que usan de materia prima nuestra confusión mental o al menos la falta de claridad que crece conforme vivimos nuestra vida en modo de operación automática.
Las semillas de maleza se multiplicaran y crecerán más rápido conforme sigamos operando en automático, sin detenernos a darle mantenimiento a nuestra mente pues tenemos que estar conscientes que no toda la información que contiene es buena para nosotros mismos. Hay ideas en nuestra mente que sólo nos confunden o nos llevan a pensar otras ideas cada vez más confusas y menos benéficas para nuestra vida.
Detenernos a reflexionar, meditar, escribir, leer, dibujar, dormir, garabatear, pintar, tocar un instrumento musical, caminar, correr, bailar, escuchar un concierto, conversar con alguien largo y tendido, todo esto es parte del mantenimiento de nuestra mente que nos ayuda a reducir las semillas de maleza generadas por nosotros, nos sirve a eliminar mucha maleza de raíz y a poner atención a la información que recibimos para buscar filtrarla en tiempo real.
Tener una mente clara es como tener en nuestra casa un jardín hermoso que hay que estar cuidando y dedicando tiempo para que la maleza no comience a crecer y menos a extenderse.
Códice Moncam