La imaginación en cuanto a su alcance no tiene límites pero no es fácil imaginar cosas interesantes o diferentes porque no es fácil crear en la mente cosas que no hemos visto y menos que no entendemos.
Imaginar más allá de los límites de nuestra realidad requiere usar nuestra mente de maneras que no estamos acostumbrados a hacerlo. Equivale a salirse de nuestra realidad entrar a otra y comenzar a crear algo en ese mundo extraño.
En el mundo real no podemos volar al menos no sin subirnos a un avión o a un globo aerostático, pero cuando imaginamos que podemos volar a donde queramos y como queramos, es porque lo hemos imaginado cientos de veces. La primera vez que imaginamos volar no lo hacemos con libertad pues nuestra mente está pegada a la tierra gracias a que nuestro cuerpo funciona como ancla.
Es muy fácil decir que la imaginación no tiene límites pero llegar a experimentar una imaginación sin límites es casi imposible. Los sentidos son demasiado ruidosos para dejarnos ir más allá de lo que detectan.
Pocos seres humanos han ido al espacio y sólo ellos lo han experimentando a un nivel real pero si investigamos lo suficiente quizá nuestra imaginación fuera capaz de reproducir esa experiencia y aumentarla al nivel de continuar la aventura más allá de lo que cualquier otro ser humano pudiera experimentar.
Ese es el poder real de la imaginación que es llevarnos más allá de nuestros límites y en ese mundo irreal crear algo y encontrar la forma de traerlo a la realidad.
Lo irreal que imaginamos no lo podemos tocar ni usar para moldear con nuestras manos un objeto pero si podemos ir en busca de los materiales que nos ayuden a comunicar con palabras, imágenes y objetos eso que es solo una frágil idea. Así empieza la creación de libros, películas, empresas y aventuras. De esta forma empieza el futuro que alguna vez viviremos.
Códice Moncam