La inteligencia 2.0 no es solamente humana. Es la combinación de la inteligencia digital más la humana y ya existe, muchos la usamos todos los días. Ahora podemos saber casi cualquier cosa sólo preguntando a nuestra computadora de mano, ya sea tecleando la pregunta o pronunciándola. Claro, las respuestas que recibimos van en función a la pregunta.
¿Cómo llego de donde estoy a tal lugar? La respuesta es un mapa con la ruta marcada para llegar a donde quiero ir desde donde estoy.
¿Qué significa pleonasmo? La respuesta es una página del diccionario o enciclopedia con la definición de esa palabra.
¿Qué es eso que llaman Watson en IBM? La respuesta es un video en donde Watson, una súper computadora, compite contra dos seres humanos en un programa de concursos y les gana.
El poder preguntar algo que nos interesa en dónde sea que estemos y recibir la respuesta al instante es una de las muchas formas que toma la inteligencia 2.0.
Otra forma de la colaboración entre inteligencia humana y digital, está en que podemos profundizar en nuestras preguntas, hacerlas parte de una actividad más creativa que sólo preguntar para recibir un dato. Podemos usar la inteligencia digital para escarbar montones de datos de un área particular que nos interese, por ejemplo el consumo de drogas en un país. Con ese enfoqué podemos analizar los discursos de políticos, incluyendo presidentes, senadores, diputados, gobernadores, presidentes municipales. También nuestra inteligencia digital nos puede ayudar a escarbar las opiniones de intelectuales, profesores universitarios, padres de familia, reporteros y en general toda la información que se ha generado, registrado en formato digital y que sea de acceso público.
La inteligencia digital puede entonces resumir los parámetros que nos interesen de esa información, realizar cálculos estadísticos para presentarla en formatos visuales y con nuestra inteligencia podemos analizar tendencias, escenarios, alternativas. Entonces podemos correr simulaciones de las alternativas a las políticas actuales y compararlas entre sí para determinar si las políticas de combate al narcotráfico están dando resultado y si no pues nuestro ejercicio nos ha proporcionado algunas alternativas que pudiéramos implementar.
El uso de la inteligencia 2.0 para resolver grandes problemas puede ir más allá de hacer preguntas sencillas. Es un camino poderoso a seguir y una gran alternativa a la forma en que los políticos toman decisiones. Ojalá la aprovechemos antes de que llegue la inteligencia 3.0, que no combina necesariamente la inteligencia humana con la digital, pues puede que sea sólo digital.
Códice Moncam