“Dejo el mito de la inspiración y la agonizante inacción creativa a los escritores amateurs”
- E.M. Forster.

Lo que resulta en la creación de obras importantes en cualquier tarea humana, es el trabajo duro y consistente. En el caso de un escritor como E.M. Forster, su objetivo fue escribir 2000 palabras al día.

Dos mil palabras al día equivalen a más de 700,000 al año, suficientes para contar siete historias en forma de novela con 100,000 palabras cada una. Quien escribe tantas palabras año tras año deja de ser un practicante causal para convertirse en un profesional.

Esperar a que llegue la inspiración para comenzar a actuar es como sentarse a que un avión fabricado en Marte aterrice en nuestro patio y nos lleve a dar una vuelta por nuestra galaxia.

La inspiración no es más que una idea fantástica que puede encender en cualquier momento la chispa de nuestra imaginación pero no hay que esperarla, hay que provocarla trabajando cada día creando sin parar, usando nuestra energía hasta que se agote. Mucho de lo creado no tendrá gran calidad y una gran cantidad podrá ser tirada a la basura, pero si nos convertimos en creadores prolíficos, con el tiempo habrán varias obras de arte firmadas con nuestro nombre. Estas obras de arte pueden tomar cualquier forma, ya sea de novela, poema, pintura, partitura, de la ejecución de una canción de rock, de la contabilidad anual de una empresa, de un florero de rosas o la educación de un hijo.

La cantidad y calidad de las obras de arte que tiene capacidad de producir cada quien depende mucho de marcar la lista de presente y ponerse a trabajar, sin esperar el avión que venga de Marte a levantarnos de nuestra apatía.

La inspiración sin sudor es para amateurs o creadores casuales.

La inspiración tiene su valor cuando es creada por nuestra propia energía que usa nuestra capacidad de darle forma al mundo que nos rodea.

El mundo es como un rompecabezas al que le faltan piezas y cada uno de nosotros con lo que hace cada día colabora a crear las que faltan o a eliminar las que no contribuyen a mejorarlo. El quedarnos estáticos o usando nuestra energía solo para navegar por la vida sin desarrollar y aplicar nuestros talentos, lleva a reducir la belleza y utilidad de la imagen del rompecabezas mundial.