Eres una función de lo que todo el universo está haciendo de la misma manera que una ola es una función de lo que todo el océano está haciendo.
- Alan Watts

Observa el mundo que te rodea, ¿qué ves?

Haz una lista mental o en papel como quieras.

¿Cuántas cosas de esa lista fueron creadas por nosotros, los seres humanos?

¿Cuáles de ellas te gustan? ¿Cuáles no?

¿Cuáles considerarías una obra de arte?

¿Cuáles de esas cosas que ves no fueron creadas por el ser humano?

Ahora escoge alguna cosa de esa lista, la que quieras. Observa por unos minutos, aprecia su forma, su color, capta sus características. Si puedes, tómala entre tus manos.

¿Qué tanta información contiene esa cosa?

Todo lo que haz pensado de ella es información que ahora ocupa tu mente y que si quieres puedes compartir.

Ahora imagina todas las cosas que te encuentras o usas cada día. Cada una de ellas contiene información pero no solo la que tu obtienes al pensar en ellas si no la información que se utilizó para idearlas, diseñarlas, construirlas, distribuirlas, etcétera.

También las cosas de la naturaleza contienen información, los pedazos de rocas por ejemplo que pudieran estar a un lado de la carretera por donde has circulado algún día, también contienen información, tanto de su composición química como de su origen.

El universo en mucho es información que a través de la ciencia, de la filosofía, de la observación extraemos para crear conocimiento que pudiera sernos útil para algo.

¿Qué información decides obtener del Universo y cómo? Tú lo decides.

¿Qué es ese algo con valor? Cada quien lo decide.

El problema entonces no es la falta de información, esa existe y punto. El problema es detenerse a observarla, a investigarla, a extraerla y convertirla en conocimiento.

Por fortuna el ser humano cada día más y mejor extrae información del universo y cada día más y mejor la convierte en conocimiento, pero no todos estamos en esa frecuencia, muchas veces somos nada más consumidores de información, a eso nos mandan a la escuela, a consumirla.

Pocas veces creamos conocimiento con lo que escuchamos en las clases de una escuela tradicional porqué el objetivo no es entender, es pasar exámenes.

Hay que cambiarnos al otro lado de la ecuación. Hay que entender la información para crear conocimiento y con ello mejorar lo que tengamos enfrente.

Hay que construir conocimiento encima de la información que nos proporcionan otros.

Entonces aprender y crear se convierten en una especie de danza en donde cada quien está siguiendo su ritmo interno dando unos cuantos pasos de aprendizaje y luego otros tantos de creatividad.

Aprender y crear deben ir de la mano bailando al ritmo de la música interna de cada quien.