Los economistas, gobernantes y empresarios hablan de consumidores como sí las personas fuéramos algún tipo de zombie cuyo único fin fuera alimentarse de lo que el mercado le pone enfrente para mantener a la economía moviéndose. Si los consumidores no están consumiendo hay que motivarlos, hay que prestarles dinero, hay que lavarles el cerebro con más y mejores anuncios.

El nivel de consumo es uno de los indicadores del bienestar de la economía. Al menos desde el punto de vista de economistas, gobernantes y empresarios.

Consumir desde el punto de vista individual no es malo por sí mismo y mantener una economía en crecimiento y sana tampoco, pero habría que definir que significa economía sana, cosa que en mi caso es una de las tantas cosas que tengo que aprender. No puedo escribir más sobre esto sin hacerlo.

Pero si puedo escribir sobre otra palabra que me gustaría se usará más que la palabra consumidor como indicador de una economía sana. La palabra es co-creador. Me gustaría verme como tal más que como consumidor cuando adquiero algo. Me gustaría sentirme más como parte creativa de un sistema que sólo como parte consumidora. Cuando compro algo no sólo estoy consumiendo estoy colaborando a que un producto exista en el mercado. Si compro algo mediocre entonces estoy fomentando la mediocridad. A eso me refiero cuando quiero ser considerado más como co-creador que sólo consumidor. No sólo pienso que consumo si no que además participo en su cadena productiva dando mi opinión definitiva si pasa la prueba o no ese producto particular.

Los que compramos cosas no sólo somos consumidores, ni zombies con cartera o tarjeta de crédito, somos inspectores de calidad, somos quienes definimos si un producto enriquece nuestras vidas o no, somos quienes tenemos el poder de mejorar al mundo cada vez que ejercemos la compra de alguna cosa.

El grado de poder individual que ejercemos al comprar algo es responsabilidad de cada persona. Muchas veces olvidamos ello por estar escuchando y viendo tantos anuncios y por comprar la idea de que sólo somos consumidores.