Escribe una canción. Empieza tomando un papel en blanco y con cualquier pluma, ponle título. Anda, no te detengas por nada. Ningún título es malo. Es una canción creada por ti y dedicada a quien quieras tú. No es difícil pues no buscas ni publicarla ni siquiera hacerla un éxito. Es sólo una canción simple, sin ninguna pretensión más que darle luz el día de hoy.
Empieza con la letra o la melodía. Tú escoge ya que tienes control absoluto. Si, tal vez no tienes la costumbre de crear algo desde cero y menos una canción pero eso no importa pues el poder de hacerlo está aquí presente, está en ti. Sólo tienes que decidirte a dedicar un poco de tu tiempo a darle rienda suelta a las ideas locas que se te ocurran en los siguientes momentos.
Pasando del título vienen las primeras palabras, las primeras frases y con ello poco a poco le vas dando forma a la canción que pronto cántaras. Será una canción que sin ti, sin tú creatividad jamás hubiera existido. Quizá no tiene calidad, quizás si. Quizás es demasiado sencilla, quizás no. No la juzgues, déjala ser, así como haya salido, así está bien.
Cuando termines de escribir tu canción, cántala a todo pulmón. Claro, si te atreves puedes hacerlo en público y si no canta en la regadera donde a nadie se le castiga por cantar mal.
Lo que empiezas hoy al escribir una canción puede ser sólo un ejercicio de creatividad pero si lo continuas haciendo todos los días, quizá algún día te lleve a convertirte en un compositor famoso o no pero al menos podrás decir que al menos ya escribiste una canción. Lo mejor sería que escribieras muchas o si no unos cuantos poemas, o si no escribe un cuento, o construye un avión de papel, o fábrica una mesa de madera. El material, tus manos, tus ojos, tus brazos, tus ideas, tu creatividad. Todos estos son elementos que puedes usar para aumentar la riqueza de tu vida, sólo hay que empezar un día, mejor que sea hoy.
Códice Moncam