Voy a escribir 300 palabras cada día en este blog desde hoy hasta por lo menos el 28 de diciembre del 2014.

Lo voy a intentar sin perder un solo día.

La idea no es escribir con una calidad tipo José Saramago, Pablo Neruda o Jorge Luis Borges. Más bien se trata sólo de escribir 300 palabras casa día (o un poco más pero no menos).

Estoy seguro que esto será buen material para cualquiera que quiera conocerme e incluso para mi psiquiatra, en caso que tuviera uno.

De qué voy a escribir, de lo que sea que se me ocurra pero sin entrar a terrenos personales pues de eso si me gusta hablar pero no en un medio público.

Aunque bueno que más personal puede ser que compartir lo que pienso en un momento del día pues escribir es pensar con el teclado del iPad en este caso.

No voy a editar esto que escriba más allá que revisar la ortografía de una manera rápida pues se trata de escribir sin mucho pensar y sin querer hacerlo de manera formal. Es sólo un ejercicio de disciplina y escritura. Es la creación de un hábito. Es la programación de mi cerebro. Es la creación de circuitos de neuronas para que formen una estructura que se llame “300 palabras”.

Esta estructura es un programa mental, equivalente a un programa de una computadora, pero en lugar de programar mi cerebro con un lenguaje de programación tipo “C” lo hago con acciones, con emociones, con pensamientos, con palabras. En qué orden van todas éstas. Es aleatorio, creo. Es algo en lo que tengo que pensar.

De eso se va a tratar lo que escriba de cosas que pienso, de su desarrollo con estas palabras y de lo que vaya saliendo en el momento que voy escribiendo.